“(…)
El voluntariado es un modo de ser, una opción de vida libre y consciente, es
una virtud cívica y un hábito que nace desde el corazón con el ánimo de servir
y ayudar a los demás. Ser voluntario es
aportar a la transformación y al cambio social y en el caso de la infancia,
aportar al mejoramiento de la crianza, cuidado, protección y educación de los
niños y niñas desde edades muy tempranas.
La promoción y defensoría de derechos de los niños y las niñas constituye una deuda social e histórica que tiene el mundo adulto con la infancia y en un país como el nuestro con un reporte reciente del ICBF de un 52 % de maltrato y violencia contra los niños y niñas, algo tenemos que hacer. Se hace necesario unir voluntades y esfuerzos, se hace necesario aportar a la construcción de conciencia colectiva y propiciar la movilización social para incidir de forma positiva en la desnaturalización del trato no digno.
El
voluntariado es una experiencia que poco a poco transforma interiormente al ser
humano. Hoy más que antes tenemos la oportunidad de ser más generosos con
relación a las necesidades y posibilidades de la infancia. Si muchos aportamos lo poco que podamos, con certeza
habrá buenos resultados, un alivio para quienes reciban estas acciones.” (Voluntariado en América Latina.
Reflexiones, conceptos y prácticas, VI Conferencia Regional Latinoamericana de
Voluntariado de IAVE – Ecuador, 2013 p.p 10-24)
¡...trabajamos con amor!
hola....
ResponderEliminartodos los servidores públicos ya somos NINNO,,,,buena oportunidad para colaborar con la niñez.
profe lilig